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Mostrando entradas de julio, 2020

Los vencejos copulan en el aire

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                                                                              LOS VENCEJOS COPULAN EN EL AIRE                                                                                                                      Vosotros, sabios sublimes, decídmelo!                                                                                          ¡Poned en el potro vuestro sutil ingenio y decidme                                                              dónde, cuándo y cómo me ocurrió amar,                                                                                           por qué me ocurrió amar!      Gottfried A. Búrger -Aprendan a volar, aprendan a volar!-les grité,   pero ellos siguieron su marcha   elegantemente. Yo debía enseñarles a volar. ¿Sería capaz? Nadie puede negarse a amar a los pingüinos. Son entrañables, graciosos, prácticos. Los amo porque tienen alas y eso los hace poetas, pero no pueden volar y eso los hace prácticos. Los amo po
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BESOS EN LA ESPALDA Bajó al sótano como todos los sábados. Le encantaban los sábados porque limpiar los sótanos significaba evitar el contacto con la otra gente, el hueco social al cual ella no sentía pertenecer. No quería pertenecer. Ella tenía siempre esa mirada ausente en esos ojos pequeñísimos y tristes. Muy juntos, indecentemente juntos, separados por su nariz también pequeña que a ella le recordaba las caritas desagradables de las ratas. Intentaba muchas veces esconderse debajo de su cabello, pero lo tenía tan fino, tan leve, que al menor movimiento la dejaba en evidencia. Trabajaba en aquella empresa de triunfadores, decía ella, desde hace mucho tiempo, demasiado ya, pero se había vuelto una experta en practicar la invisibilidad. No le había costado demasiado. ¿Quién querría fijarse en una mujer pequeña, insignificante, que va empujando un carrito con productos de limpieza, perdida en una aparente indiferencia? No solo era su fealdad lo que le pesaba, sino la soledad q